La mujer se sometió a una operación para eliminar una obstrucción intestinal, que en principio salió mal y por ello se envió el cuerpo al depósito de cadáveres.
El traslado sucedió poco después de medianoche, y al amanecer una empleada del lugar se llevó “el susto de su vida” cuando entró en las dependencias y se encontró a Kononova tirada por el suelo tras haberse caído intentando escapar de la camilla, según recoge el diario Daily Mail.
Los paramédicos llamaron a la nieta de la señora para comunicarle la “inusual situación” que tenían; “¡Está viva!”, le anunciaron. La mujer fue trasladada inmediatamente a la planta de cuidados intensivos del hospital, mientras todas las miradas se dirigieron a la anestesista y al médico que habían certificado la muerte.
Los sanitarios confesaron que habían enviado el cuerpo a la morgue una hora y veinte minutos después de registrar el fallecimiento, y no dos horas como es reglamentario. El director del Gorshechensky Central District Hospital ha sido despedido y tiene una investigación pendiente, mientras que el futuro de la carrera de la anestesista y del médico corren peligro ya que la familia de Kononova planea denunciar al hospital.