
Pero lo que todavía perdura entre sus desnudas paredes, lo que se resiste a desaparecer, son los ecos de un pasado, unos fenómenos que ya se conocían cuando el hotel estaba abierto y que siguieron haciéndose notar tras la muerte de los dueños. Unas voces, unas almas que continúan vagando por las ruinosas estancias. Nuestro compañero Jorge Ríos nos trae esta semana la investigación que realizó en el Hotel Panorama, o ‘de las Almas’.