Justo antes de Halloween ha salido al mercado inmobiliario la casa que mejor podría definir este año. En ella se cometieron los crímenes que estuvo persiguiendo durante mucho tiempo la detective del FBI Clarice. Allí vivió Jame Gumb, alias Buffalo Bill, y tiene casi todo lo que se podría esperar.
La casa no viene con pozo en el sótano. Por lo demás, la vivienda ubicada en Perryopolis, Pensilvania, guarda las características que la hicieron famosa en la película El Silencio de los corderos.
La cinta fue, además de una de las películas más taquilleras de 1991, uno de los filmes que suelen estar en las listas de las mejores de todos los tiempos. Se convirtió en la tercera película en arrasar en todos los premios “grandes” de la Academia, siendo el de Mejor Película particularmente influyente dado que sigue siendo la única película de terror en llevárselo.
La vivienda a la venta cuenta con cuatro habitaciones y tiene un precio de 298.500 dólares.
Según la agencia inmobiliaria que la promociona:
“Los pisos originales de madera, carpintería, iluminación, puertas corredizas, chimeneas y papel tapiz están en perfectas condiciones, que datan de 1910, cuando se construyó la casa. Las mejoras recientes incluyen la renovación del piso alrededor del porche y la glorieta, se agregaron un jardín de rosas y una fuente en el frente, pisos de madera renovados en el ático, un tanque de agua caliente nuevo, una bomba de pozo y un filtro UV. Cuenta con un garaje independiente de gran tamaño para 3 automóviles con infinitas posibilidades. También con piscina incorporada con un nuevo filtro y una terraza de baldosas de cerámica. Y por supuesto, los vínculos con la clásica película de terror…“