El efecto mariposa: desde C.L. Moore hasta The Dark Pictures Anthology

William Cory no tenía ante sí una decisión fácil de tomar. En su despacho, situado dentro de la Casa de la Biología, que a su vez pertenecía a la Ciudad de la Ciencia, se debatía entre dos mujeres. La cuestión era fundamental para el desarrollo del resto de su vida. ¿Con cuál de las dos mujeres que tenía ante sí debía casarse? En pleno siglo XXIII, aquella pregunta comenzaba a adquirir una importancia capital, debido sobre todo a las cambiantes características que comenzaban a presentarse en la sociedad. Porque en ese futuro lejano cada vez nacían cada vez menos varones. No había una razón definida para ello, pero comenzaba a ser algo preocupante. Precisamente, Cory era un gran investigador que volcaba todos sus esfuerzos en un solo objetivo: lograr que la selección del sexo de los futuros recién nacidos fuera totalmente efectiva. Ese era uno de los motivos por los que debía escoger una de las dos mujeres que veía ante sí en sendos retratos en tres dimensiones. ¿Marta Mayhew o Sallie Carlisle?

Su colega Charles Ashley, director de la Casa de la Telepatía, entró en escena para hablar con su amigo, y fue testigo de aquella lucha interna de Cory, que se afanaba en escribir una carta en la que solicitaría formalmente el matrimonio con alguna de las candidatas. Ashley bromeó al respecto, pero pronto sembró en su interlocutor una idea que daría muchos quebraderos de cabeza a biólogo.

“…es interesante estudiar tus posibles futuros. Con Martha o con Sallie, quiero decir. Puede que algún día encuentre el modo de seguir los dos caminos divergentes del porvenir y seleccionar a voluntad las encrucijadas que conducen al objetivo elegido. Por ejemplo, si conocieras de antemano cómo sería la vida con Sallie o con Martha, puede cambiaras el destino completo de la Humanidad. Admitiendo que tengas la mitad de la importancia que te atribuyes, claro.1.

Catherine Lucille Moore no podía saberlo en aquel mes de julio de 1939, mes en que publicó Greater than Gods (Más poderosos que los dioses) en las páginas de Astounding Stories, pero había bosquejado un concepto que posteriormente fue desarrollado teóricamente, usado en multitud de ocasiones, y explotado hasta la saciedad, en la literatura, el cine o los videojuegos. Se trata del efecto mariposa, vinculado a la Teoría del Caos.

En un sistema no determinista, pequeños cambios pueden conducir a consecuencias totalmente divergentes. Una perturbación inicial, sea del tamaño o importancia que sea, y mediante un proceso de amplificación, puede generar un efecto considerable a medio y corto plazo. El movimiento desordenado de los astros, el desplazamiento del plancton en los mares, el retraso de los aviones, la sincronización de las neuronas; todos son sistemas caóticos o «dinámicos no lineales». Cualquier cambio genera un efecto que puede ser totalmente incomprensible e inesperado en un primer momento.

La Teoría del Caos y el efecto mariposa aspiran a corroborar que como el Universo (un sistema caótico flexible) es impredecible. La Teoría del Caos explica sistemas como la atmósfera o las condiciones climatológicas que impiden realizar pronósticos del tiempo fiables más allá de tres días y es particularmente útil para abordar el estudio de los fenómenos sociales, difíciles de resolver en términos de relaciones lineales causa-efecto.

«El aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo». Este proverbio chino es el origen del término, junto a las investigaciones del matemático y meteorólogo Edward Lorenz.

Su formulación se la debemos al matemático y meteorólogo estadounidense Edward Norton Lorenz (1917-2008) para explicar el comportamiento caótico de sistemas inestables, tales como el tiempo meteorológico, expuesto en su artículo de 1963: Flujo determinista no periódico2.. Lorenz comunicó este concepto a una audiencia general, «en forma de pregunta, no de afirmación», durante una conferencia en la reunión anual de 1972 de la American Association for the Advancement of Science (AAAS), en el MIT, con el título: Predictability; Does the Flap of a Butterfly’s wings in Brazil Set Off a Tornado in Texas?, (Predictibilidad, ¿El aleteo de una mariposa en Brasil hace aparecer un tornado en Texas?). En aquel momento, Lorenz se cuidó y se cubrió las espaldas advirtiendo que no estaba sugiriendo que la respuesta a su pregunta fuera necesariamente positiva. Anteriormente, Lorenz había usado el ejemplo de una gaviota provocando una tormenta pero finalmente lo hizo más poético con la mariposa, siguiendo las recomendaciones de unos colegas. Cómo y por qué siguió esa recomendación tiene mucho que ver con el proverbio mencionado anteriormente.

Lorenz trabajaba en 1960 en la predicción meteorológica y, al repetir unos cálculos introduciendo valores anteriormente obtenidos, observó cambios drásticos en los resultados del tiempo previsto a largo plazo tras efectuar un mínimo redondeo, (la impresora, para ahorrar espacio recogía solo tres cifras decimales del valor de una determinada magnitud, [0,506], que él introdujo como valor inicial para continuar los cálculos, [considerando que el error era insignificante], en lugar de introducir el valor más preciso almacenado en la memoria del ordenador, [0,506127]). Esta es su propia descripción:

En un momento dado, decidí repetir algunos de los cálculos con el fin de examinar con mayor detalle lo que estaba ocurriendo. Detuve el ordenador, tecleé una línea de números que había salido por la impresora un rato antes y lo puse en marcha otra vez. Me fui al vestíbulo a tomarme una taza de café y regresé al cabo de una hora, tiempo durante el cual el ordenador había simulado unos dos meses de tiempo meteorológico. Los números que salían por la impresora no tenían nada que ver con los anteriores.

Inmediatamente pensé que se había estropeado alguna válvula o que el ordenador tenía alguna otra avería, cosa nada infrecuente, pero antes de llamar a los técnicos decidí comprobar dónde se encontraba la dificultad, sabiendo que de esa forma podría acelerar la reparación. En lugar de una interrupción brusca, me encontré con que los nuevos valores repetían los anteriores en un principio, pero que enseguida empezaban a diferir, en una, en varias unidades, en la última cifra decimal, luego en la anterior y luego en la anterior. La verdad es que las diferencias se duplicaban en tamaño más o menos constantemente cada cuatro días, hasta que cualquier parecido con las cifras originales desaparecía en algún momento del segundo mes.

Con eso me bastó para comprender lo que ocurría: los números que yo había tecleado no eran los números originales exactos sino los valores redondeados que había dado a la impresora en un principio. Los errores redondeados iniciales eran los culpables: se iban amplificando constantemente hasta dominar la solución. Dicho con terminología de hoy: se trataba del caos.

El término de efecto mariposa no se hizo famoso hasta un par de décadas después, de la mano de James Gleick y su superventas Caos: la creación de una ciencia, publicado en 1987. Ya entonces, y también después, se han usado más ejemplos universalmente conocidos para hacer más comprensible y accesible al gran público las nociones básicas que implican la Teoría del Caos. Entre los investigadores que se acercaron al razonamiento de Lorenz caló el experimento del doble péndulo. Consiste en dos péndulos acoplados, estando uno unido al extremo del otro. Cuando se trata de uno solo, el movimiento es bastante simple, predecible sin demasiadas variaciones, pero cuando son dos los que oscilan, el movimiento se vuelve impredecible y caótico. El caso de una pelota botando en el quicio de un tejado que repetirá patrones diferentes es otro caso muy mencionado.

Ambas vertientes de la explicación de Lorenz buscan dar sentido a multitud de cosas, desde el comportamiento de la naturaleza y el cuerpo humano hasta la trayectoria de una gota de agua. Aunque lo más poético del asunto sigue viniendo de la mano del antiguo proverbio y de su consecuencia más social y vinculada a la humanidad como conjunto, ya que si esto es cierto, implicaría que todo acto y decisión está conectado a otro, y este siguiente a otro más, alcanzando la interconectividad infinita, concluyendo en que las posibilidades de interrelación son impredecibles.

Ray Bradbury no fue el primero

Con unas premisas tan llamativas y con efectos duraderos ubicados en algunos casos fuera del alcance de la comprensión, es lógico que el efecto mariposa haya cautivado a creadores de todo tipo, desde escritores a cineastas, llegando en la actualidad a los desarrolladores de videojuegos. Todos desfilarán en este artículo con algún ejemplo, pero en primer lugar hay que acudir a la que es considerada aún hoy como la primera obra en la que se sentaron las bases literarias de la posterior explicación de Lorenz, unida a uno de los argumentos por antonomasia: el viaje en el tiempo. Se trata de A sound of thunder (El sonido del trueno, o Un sonido atronador, como aparece en la reedición en castellano de este mismo 20203.), escrito por Ray Bradbury y publicado en la revista Collier’s en 1952. Precisamente, en este año se está celebrando el centenario del nacimiento del estadounidense, mundialmente famoso por obras como Fahrenheit 451 o Crónicas marcianas.

En esta obra, Bradbury ofrecía una interpretación efectiva de los peligros del viaje en el tiempo y sus posibles efectos dominó, destacando la interconectividad. Exploró las conexiones entre pasado, presente y futuro, y lo hace a través de vívidas descripciones y una narración apasionante. La historia transcurre en el año 2055, donde una empresa llamada Safari en el tiempo S.A. ofrece a sus clientes vivir una experiencia única, consistente en visitar el pasado para cazar animales prehistóricos.

Disponiendo de una buena cantidad de dinero, y previo pago de la misma a tan singular empresa, un cazador llamado Eckels se dispone a iniciar un viaje junto a dos guías y otros dos cazadores. Justo en el día anterior al comienzo de su aventura, un defensor de la democracia de nombre Keith acababa de ganar las elecciones presidenciales, derrotando a un supuesto dictador llamado Deutscher.

En los primeros momentos del viaje, que es posible gracias a una máquina del tiempo, los cazadores son advertidos de que deben ser muy cuidadosos de dejar todo como lo encontraron en un principio, con el fin de evitar cualquier cambio devenido en la línea temporal. El cambio más leve puede provocar importantes alteraciones en el futuro. Solo se les permite disparar a aquellos animales que están a punto de morir, no pudiendo salirse de un sendero que se mantiene flotando a diez centímetros del suelo, construido de un metal antigravitatorio, a fin de impedir que el pasado se altere de algún modo. Las presas obtenidas no pueden ser llevadas de vuelta al futuro, ni se puede tomar nada como recuerdo, excepto una fotografía del cazador de pie junto a la criatura muerta (en el relato se hecha mano de uno de los dinosaurios más famosos, el Tiranosaurus Rex). El guía de ese viaje, llamado Travis, es muy elocuente y claro al respecto:

Pise un ratón y dejará su huella, como un abismo en la eternidad. La reina Isabel no nacerá nunca, Washington no cruzará el Delaware, nunca habrá un país llamado Estados Unidos“.

El sonido del trueno, título de la obra, hace alusión al sonido de las pisadas del enorme dinosaurio. Asustado ante el encuentro, Eckels rompe las normas de la empresa y pone sus pies en los senderos prohibidos, alterando el rumbo de los acontecimientos futuros. Aún no lo sabe, pero el ganador de las elecciones que se planteaban al principio de la obra ha cambiado. A pesar de los esfuerzos de Travis, que incluso estuvo a punto de dejar en el pasado al viajero, el dictador Deutscher ha ganado las elecciones, el efecto mariposa ha tenido lugar. La obra termina cuando Eckels oye otro sonido del trueno, que no es otro que el del fusil de Travis disparando contra él.

Infinitas posibilidades, que en aquella ocasión fueron planteadas en una línea muy definida, que iba del pasado hacia el futuro en un viaje en ambos sentidos. Ya se ha mencionado que este relato se considera el primero que plantea esas opciones derivadas del efecto mariposa, pero este artículo comenzó con algunas explicaciones sobre la historia de C.L. Moore, que en aquel lejano 1939 escribió su historia en torno a otro concepto, muy relacionado al que se ha estado esbozando: el Plano de Probabilidad.

“…Quizá haya un sitio, llamémoslo Plano de Probabilidad… donde existan simultáneamente todas nuestras posibles decisiones. Como maquetas de hechos futuros. Cuando el tiempo físico de la materia alcanza uno de esos planos y se adapta a él, queda fijo como el presente.4.

La decisión de William Cory sobre su futuro matrimonio despertó razonamientos complejos en su colega Charles Ashley, que planteó como posible echar un vistazo a ese Plano de Probabilidad antes de la toma de decisiones en cualquier encrucijada, mientras de paso ponía sobre la mesa la posible existencia de infinitos universos o líneas temporales posibles antes de que las decisiones tuvieran efectos en el mundo material. El intento de razonar un poco los incontables efectos mariposa de algo como eso marearía a cualquiera, pero la escritora estadounidense lo planteó de forma concisa y resumida en boca de Ashley. Siguiendo el párrafo anterior, el doctor continuaba su explicación.

Pero antes de que llegue ese momento, cuando la decisión que debemos tomar ante la encrucijada aún no ha sido tomada, un número infinito de futuros posibles debe existir, digamos en un estado de suspensión, esperándonos en una especie de infinito inconcebible, sin dimensiones. ¿Te imaginas lo que sería abrir una ventana a ese Plano de Probabilidad, examinar esos infinitos futuros, determinar las consecuencias de las acciones futuras antes de ser ejecutadas? ¡Podríamos modelar el destino de la Humanidad! Seríamos más poderosos que los dioses. ¡Podríamos leer en la Mente Cósmica – el cerebro mismo que nos concibió – y de un modo voluntario elegir entre sus muchos planos!

¿Quién no ha pensado alguna vez en qué hubiera pasado si en vez de tomar una decisión hubiese tomado otra diferente? ¿El resultado habría cambiado sustancialmente, o a la larga todo habría sido parecido o igual? Al fin y al cabo, son posturas opuestas y que cuentan con tantos defensores como detractores. Determinismo o libre albedrío, destino o azar. La ideología y experiencia de cada cual le lleva a pensar en uno en detrimento del otro, o a plantearse los límites entre ambos. Sin embargo, y tratándose de este Plano de Probabilidad, las posibilidades son infinitas, aunque todas posibles en determinado momento. En 1939, Catherine Lucille Moore planteaba la existencia del efecto mariposa, pero también de los infinitos multiversos derivados de cada decisión. Particularmente, la del doctor William Cory sería fundamental para el devenir de la Humanidad en su conjunto.

En el relato de Moore, el escenario del siglo XXIII no es nada halagüeño en cuanto al equilibrio de la población. Varones y hembras no nacen por igual, sino que hay una tendencia cada vez más acuciante. Nacen pocos varones, y el doctor Cory está inmerso en una investigación con perros en los que intenta hacer factible la selección del sexo del bebé durante el proceso de gestación5.. Algo que hoy es perfectamente posible, en los años treinta del pasado siglo XX era poco más que una utopía, y Moore planteó dos posibles escenarios diametralmente opuestos en el futuro, que dependían de la decisión del biólogo sobre su futura boda. Una vez que el doctor Ashley le dejó solo en su oficina, ese Plano de Probabilidad tan etéreo hizo de las suyas y se hizo patente ante Cory de la forma más sorprendente posible. De los retratos en tres dimensiones de sus dos posibles esposas, surgieron las imágenes de dos personas que le eran vagamente familiares. Una mujer y un hombre, ambos de un futuro muy lejano, que querían transmitirle un mensaje.

Los actos aún no ejecutados por el doctor habían creado dos futuros totalmente opuestos para la Humanidad. En uno de ellos, en los que no concluía sus investigaciones y se casaba con Sallie Carlisle, el resultado había sido el de una sociedad totalmente apática, abandonada a la contemplación de la naturaleza y el cosmos, en el que el número de varones fue decayendo cada vez más. Las guerras disminuyeron, las mujeres tomaron el mando y crearon una sociedad global pacifista, pero abandonando cualquier atisbo de progreso tecnológico y relegando a los varones a las tareas más básicas. Aquel mundo era un Jardín del Edén en el que la Humanidad se había condenado a sí misma a la extinción, debido a su carácter contemplativo y su inacción. Por otro lado, el futuro derivado del éxito de las investigaciones del biólogo (y de su matrimonio con la doctora Marta Mayhew) estaba dirigido por una élite basada en un liderazgo heredado de generación en generación, a través de la descendencia de William Cory. Esa élite y determinados mandos militares nacían libres del proceso de gestación ideado por Cory, que ofrecía como resultado a personas muy proclives a obedecer cualquier decisión de sus superiores. El resultado era una sociedad tecnológica, con paridad de número de hombres y mujeres, pero en una constante guerra en la que satisfaces las aspiraciones de los líderes supremos, aun a costa de dar la propia vida sin casi ninguna opción a resistirse.

El doctor Cory pudo hablar con ambos descendientes, siendo consciente a la vez de lo que pasaría en ambas líneas temporales, sintiendo amor y orgullo por ambas esposas, hijos y demás progenie. El Plano de Probabilidad se hizo patente, al menos en una mínima parte, en aquel despacho en el que el biólogo pensaba que se había vuelto loco. Tanto la mujer como el hombre que hablaban con él lograron conectar con su ancestro de formas diferentes, unos usando el poder mental y otros la tecnología, aunque ambos no podían interactuar entre ellos. Trataban de convencer a Cory de que ese futuro era el correcto, poniéndole en una diatriba muy difícil, quizá la más difícil a la que se puede enfrentar una persona, pues sobre sus hombros y los de su descendencia descansaba el destino del mundo. El fin de la Humanidad o su perpetuación mediante la sumisión y la guerra. El final fue totalmente inesperado, pues Cory rompió con ese Plano de Probabilidad (o escogió otra de sus opciones) pidiéndole matrimonio a su asistente, la señorita Brown. ¿Escogió otro destino diferente, o sus acciones le llevarían irremediablemente a uno de los dos escenarios planteados, o a uno parecido?

The Dark Pictures Anthology y la participación activa en el efecto mariposa

Todas las posibles decisiones de cada individuo no son necesariamente tan trascendentes como las de William Cory. Es probable que cada una sea percibida como muy pequeña, casi insignificante, pero puede tenga una importancia capital, tanto para uno mismo como para alguien cercano o incluso uno o varios desconocidos. Según el efecto mariposa y la Teoría del Caos, el devenir puede ser muy distinto en otra parte del mundo al hacer girar la rueda con una simple acción. Ese postulado teórico ha sido llevado a la práctica y a la reflexión tanto por la ciencia como por las artes. Dentro de estas, la literatura, el cómic, el cine y el videojuego han explorado formas de plantear los resultados potenciales de muchas interrogantes. En la mayoría de ellas, de forma pasiva por parte de los receptores de esas historias. A pesar de que sea necesaria la participación (en forma de predisposición a participar de las historias, imaginar los escenarios planteados o hacer suspensión de la incredulidad en mayor o menor medida), la mayor parte de los ejemplos que nos han llegado no han permitido a los participantes dar forma a esas decisiones, no han convertido a nadie en esos seres más grandes que los dioses que planteaba Moore en su relato. Recientemente, eso ha cambiado.

En el cine, el efecto mariposa en su variante del viaje temporal ha tenido ejemplos que han pasado a la historia del cine, siendo quizá la saga Regreso al Futuro, de Robert Zemeckis, el gran exponente. Seguro que los lectores podrían aportar muchos ejemplos literarios y cinematográficos, como El efecto Mariposa o Frequency, pero ahora el foco se centrará en los videojuegos, por su carácter activo e inmersivo por parte de los jugadores, que actualmente son legión. Cierto es que ese modelo de “efecto mariposa controlado” ha sido llevado también a televisión (Black Mirror: Bandersnatch es un ejercicio muy famoso, con un guion y unos acontecimientos que cambian según decida cada telespectador), pero ha sido la narración cinematográfica llevada a los videojuegos la que ha explotado de forma más espectacular este fenómeno.

En ese medio, que se presta como ninguno a la interacción social, pero también a vivencias muy intimistas, se ha desarrollado un género que vive de ese efecto mariposa, y que tiene a la empresa Supermassive Games como su máximo exponente, aunque antes de centrarnos en su antología se hará mención a David Cage6., el director y diseñador de juegos que ha llevado la narración obsesiva a cotas no alcanzadas hasta ahora.

Heavy Rain, Fahrenheit, Beyond: Two Souls o Detroit: Become Human. Todos ellos narraciones en los que el jugador da un paso más allá, porque se logra trastornar los sentidos y las emociones al hacer al jugador empatizar con los personajes, hacer sus pensamientos y sus destinos propios, preocuparse por lo que pasará si se equivoca, si toma una decisión que quizá luego considere incorrecta. Los argumentos de dichos juegos están preparados, en cierta forma falseados para que la rejugabilidad muestre sus entresijos, trampas y manipulaciones, que llevan al jugador a tomar un camino u otro. Aunque esos caminos estén definidos a priori. Da igual, porque el objetivo de Cage siempre se cumple: lleva a los jugadores a convertirse en los avatares que manejan. Hace creer a los mismos que son una suerte de dioses, capaces de manejar los hilos y las reglas del juego para llevar a los personajes a una meta. Supermassive Games dio un paso más en esas aventuras interactivas, haciendo uso del efecto mariposa.

Supermassive Games es una empresa de desarrollo de videojuegos británica basada en Guildford, Surrey, Reino Unido. Entre sus juegos destacan los que captan la atención en este artículo, Untill Dawn y las (hasta el momento) dos partes de su denominada The Dark Pictures Anthology7..

El primero de ellos vio la luz en 2015, siendo muy rejugable, permitiendo repetir una partida tantas veces como para crear una nueva historia con distintas decisiones y finales. Su sistema de juego está basado en el efecto mariposa, siendo su principal exponente a la hora de desarrollar los eventos que cuenta. El efecto permitirá desbloquear diferenciales eventos que ocurren en el mismo momento en que se toma una de las diferentes decisiones que se van planteando. Estas pueden tener consecuencias positivas o negativas, que intervendrán en el futuro de manera totalmente inesperada. De eso se trata, ya que contamos con ocho protagonista que son puestos en una situación límite, siendo los actos del jugados los que determinarán si viven o mueren en una noche de paranoia, persecución y horror.

Por suerte, el juego va dejando pistas en forma de tótems que ofrecen presagios de muerte o de caminos que se pueden tomar para esquivar el peligro. Blackwood Pines cuenta una historia a medio camino entre lo mundano y lo sobrenatural, en los que cada personaje de cuenta con sus propios rasgos de personalidad y una barra de amistad con cada compañero, que disminuirá o aumentará según su relación con ellos a medida que avance la historia. Además de las decisiones, hay Quick Time Events en los que, dependiendo del acierto o fallo al pulsar determinados botones, el jugador puede cambiar los acontecimientos en uno u otro rumbo. Con actores reales haciendo la captura de movimientos – con Hayden Panettiere (Scream 4), Peter Stormare (Constantine) y Rami Malek (Bohemian Rhapsody) entre ellos – y una ambientación lograda, crítica y público quedaron impresionadas, aunque con disparidad de opiniones. No todos los juegos son para todo el mundo. Pero este subgénero dio lugar a su continuación en forma de antología, en la que Suppermasive Games está intentando potenciar sus puntos fuertes, con mayor o menor fortuna, mientras ofrece nuevas historias inmersivas en los que el jugador-demiurgo “controla” el destino de sus protagonistas.

Así nació The Dark Pictures Anthology, que pretende ofrecer con cada nuevo capítulo nuevos personajes, ambientaciones y géneros de terror. El primero de ellos es Man of Medan, basado en la leyenda del SS Ourang Medan8., que se remonta a los momentos posteriores a la Segunda Guerra Mundial y que tuvo como escenario la capital de Sumatra, Medan (Indonesia), en el año 1947.

Las ideas iniciadas en Untill Dawn se desarrollaron un poco más, dando lugar a un sistema denominado como Brújula Moral, que se basa en una brújula de diseño corriente con una aureola y una flecha en el centro que apuntará hacia aquella decisión que los jugadores consideren que es la más correcta. Hay tres opciones: una respuesta positiva, una negativa y/o ninguna de las dos anteriores. Las distintas opciones darán lugar a catorce finales diferentes, según se desarrolle la trama. Las “pistas” vendrán de la mano de cuadros, cuyas imágenes proporcionarán premoniciones de lo que puede ocurrir a continuación. El sistema de relaciones es muy parecido al que ya se conoció en el anterior título, e incluye un modo multijugador cooperativo para dar más variedad a las situaciones que se pueden dar. Además, dentro de esta antología, hay un segundo demiurgo (además del jugador). Se trata de El Conservador (encarnado por Pip Torrens (The Crown o Poldark), nexo de esta antología. Se dedica a registrar todo aquello que acontece en la trama. Da consejos al jugador, le advierte de las consecuencias de sus actos e incluso ofrece pistas de cuando en cuando.

Como en su predecesor, la paranoia, el ambiente hostil y aparentemente sobrenatural y los constantes peligros mortales se dan la mano en una trama corta pero que puede repetirse varias veces, con Shawn Ashmore (X-Men, The Ruins, The Following) como principal reclamo.

La segunda parte de esta antología de terror acaba de ver la luz, con un protagonista que sonará a los seguidores de Black Mirror: Will Poulter (El Renacido, El corredor del laberinto, Midsommar), que parece cogerle gusto a las historias interactivas y ofrece una interpretación muy notable. Esta segunda entrega lleva por título Little Hope, en el que los jugadores controlan a cuatro estudiantes universitarios y su profesor, que tras un accidente se ven atrapados y aislados en un lugar donde se desata una pesadilla en la que caben juicios por brujería, viajes temporales, apariciones fantasmagóricas y horrendas o dobles asesinados que buscan acabar con los personajes. Tanto la Brújula Moral como El Conservador vuelven para hacer sentir a los jugadores los devastadores efectos que el efecto mariposa puede tener en el destino de unos avatares que se enfrentan a lo desconocido al mismo tiempo que lo hace la persona que toma el control y los mandos.

Dentro del propio juego, y al igual que ocurrió con Little Hope, puede desbloquearse un teaser de lo que será la tercera parte de la antología: The Dark Pictures Anthology: House of Ashes, que muestra, en apenas un minuto, la estatua del demonio Pazuzu y una trama que girará en torno a unos soldados que se ven sometidos a otra amenaza aparentemente sobrenatural. Para ello habrá que esperar a 2021.

Desde los relatos cortos de las revistas de la Época Dorada de la ciencia ficción hasta la industria de los videojuegos, pasando por el cine o la televisión, estos párrafos han ofrecido un esbozo sobre un fenómeno que divide opiniones y que tiene una efectos potenciales que chocan de frente contra uno de los mayores miedos de las personas: la falta de control en sus actos y, por extensión, en sus vidas. Determinismo, Plano de Probabilidad, multiverso, efecto mariposa, desde la ciencia al plano filosófico, sigue siendo una cuestión debatida y que necesita explicaciones convincentes. El caos no parece ser compatible con la razón, o eso piensan algunos. Quizá, lo mejor sea dejarse llevar por las emociones o la razón, porque el simple hecho de pensar en cada consecuencia puede llevar a cualquiera a la locura. Casi lo hace con William Cory en el relato de Moore. ¿No haría lo mismo con cualquiera de nosotros?

Fuentes:

  • Bradbury, Ray: Un sonido atronador, Nórdica Libros, 2020.
  • Gleick, James: Caos: la creación de una ciencia, Editorial Crítica, 2012.
  • Villalobos, José María: Cine y videojuegos: un diálogo transversal, Héroes de Papel, S.l., 2014.
  • VV.AA.: Antounding Stories (1930-1939), La biblioteca del Laberinto, S.L., 2009.

Notas:

1. Moore, C.L. 2009, 199.

2. Deterministic Nonperiodic Flow. Journal of Atmospheric Sciences. Vol.20 : 130-141, 1963. (En línea) https://journals.ametsoc.org/jas/article/20/2/130/16956/Deterministic-Nonperiodic-Flow

3. Editado por Nórdica Libros. El relato original se incluyó en la colección The Golden Apples of the Sun (1953)

4. Moore, C.L. 2209, 199.

5. En 2003, una pareja europea tuvo un bebé de sexo seleccionado por su libre deseo, sin que hubiera riesgo de una enfermedad hereditaria asociada al sexo. La pareja utilizó los servicios de Frank Comhaire, un médico de Gante (Bélgica), pero la técnica de selección de sexo se realizó en la empresa Microsort, de Laguna Hills (California, EE.UU), que tiene la patente. Comhaire se limitó a enviar a Estados Unidos el esperma del hombre, y después hizo una fecundación in vitro convencional con un óvulo de la mujer. Hay muchos países que tienen una legislación bastante restrictiva al respecto, sobre todo por cuestiones éticas.

6. David De Gruttola es de origen francés, pero decidió cambiarse el apellido tras mudarse a Estados Unidos, siendo un nombre artístico muy conocido en el ámbito de los videojuegos. Es la cabeza de la compañía Quantic Dream, fundada en 1997.

7. Para conocer más, aquí está en enlace que lleva directamente a la web de la antología. https://www.thedarkpictures.com/

8. El relato apareció por primera vez en una serie de tres artículos publicados en el periódico holandés-indonesio De locomotief: Samarangsch handels- en advertentie-blad (3 de febrero de 1948, 28 de febrero de 1948 y 13 de marzo de 1948). Una referencia en inglés al barco y el incidente apareció en el número de mayo de 1952 del Proceedings of the Merchant Marine Council, publicado por la Guardia Costera de Estados Unidos. Una referencia más temprana se publicó el 10 de octubre de 1948 en el The Albany Times, citando como fuente original al semanario neerlandés Elsevier Weekblad.

Acerca de Félix Ruiz

Trabajador Social de formación y apasionado de las temáticas relacionadas con el misterio desde siempre. Redactor de noticias, escritor novel, lector compulsivo y buscador incansable de preguntas que compartir con todo aquel que sea curioso y quiera saber más.

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