El análisis detallado incluye 1.327 estrellas cercanas y consta de casi 1 petabyte de información.
Empecemos con las malas noticias: la tecnología desplegada hasta ahora por la humanidad no ha servido para dar con ningún signo concreto de vida inteligente en el vasto cosmos. Y no ha sido por falta de esfuerzo. Desde la década de 1960, los astrónomos han revisado miles de millones de canales de radio en busca de algo que pudiera sugerir otra forma de vida en el espacio exterior.
Breakthrough Listen es el programa que se dedica a ellos en las últimos décadas. Se trata de un programa astronómico relativamente nuevo que busca signos de tecnología alienígena en nuestro Universo local (a unos 160 años luz de la Tierra), y en sus primeros tres años, el equipo liderado por investigadores de la Universidad de Berkeley ya ha logrado más que cualquier otro que haya llegado antes.
Ahora han hecho público sus datos antes de la revisión por pares, y el análisis detallado incluye 1.327 estrellas cercanas y consta de casi 1 petabyte de información. En contexto, el conjunto de datos representa la búsqueda más completa y sensible de vida extraterrestre (SETI) en la historia de la humanidad.
Es en este punto donde se debe encajar la mala noticia del inicio. Porque después de borrar millones de eventos potenciales que pueden haber sido causados por la interferencia humana o, por ejemplo, por las ráfagas de radiación cósmica, sólo quedaban unos pocos candidatos. Tras un posterior análisis, el equipo se quedó completamente con las manos vacías. Según Danny Price, autor principal del estudio:
“Este lanzamiento de datos es un gran hito para el equipo de Breakthrough Listen. Recorrimos miles de horas de observaciones de estrellas cercanas, a través de miles de millones de canales de frecuencia. No encontramos evidencia de señales artificiales desde más allá de la Tierra, pero esto no significa que no haya vida inteligente allá afuera: es posible que no hayamos visto en el lugar correcto todavía, o mirado lo suficientemente profundo como para detectar señales débiles”.
Los investigadores recuerdan que las búsquedas como ésta están limitadas por el entendimiento humano y la imaginación, un argumento que se puede antojar vago, teniendo en cuenta los medios desplegados. Aunque bien es cierto que la limitación teórica y tecnológica juegan un papel relevante. Las tecnologías actuales incluyen únicamente lo que percibimos como tal, aunque constantemente se están agregando más elementos a la lista.
El estudio publicado por Breakthrough ha aplicado los límites más estrictos hasta la fecha, lo que significa que existe la posibilidad de que algo que no sabemos se haya escapado. Sin embargo, en teoría, también nos brinda la mayor posibilidad de encontrar esa aguja cósmica. Como escriben en el artículo:
“Junto con otro trabajo reciente de la comunidad de SETI, estamos comenzando a poner límites rigurosos y claramente definidos sobre el comportamiento de la vida avanzada en el Universo. Observamos que aún queda mucho por hacer para que podamos hacer declaraciones generales sobre la prevalencia de especies tecnológicamente capaces”.
Al parecer, para averiguar si la señal es extraterrestre y no solo una interferencia de radio humana, los científicos emplearon una técnica de telescopio “nodding”. Al elegir un objetivo, los telescopios se enfocan durante cinco minutos y luego giran hacia un punto de referencia cercano para otros cinco minutos. Esta estrategia la repiten hasta tres veces, permitiendo a los investigadores ver si una señal proviene de un lugar fijo o si también se muestra en otras direcciones (esto último indicaría una mayor probabilidad de interferencia humana).
Sea como fuere, se insiste en lo dicho desde el principio: por ahora sus esfuerzos no han encontrado ni la más mínima señal que nos indique señales de otro tipo de vida, lo que no invalida ni que exista ni que eventualmente se pueda hallar. De momento, hay que seguir a la espera.
