El hueso pertenece al dedo del pie de un antiguo alce irlandés. Se trata de un alce ya extinto que se cree que era el mayor cérvido que la historia con astas de hasta 3,5 metros de punta a punta. Cuando los arqueólogos descubrieron el fósil se dieron cuenta de las interesantes marcas que tiene. No son por accidente y marcan una especie de chevron, indicando así que alguien lo hizo a propósito.
Hay un motivo simbólico (desconocido) detrás de todo esto. Diferentes pistas dan a entender a los investigadores de que el hueso tiene un motivo simbólico de ser así y por lo tanto de que el Homo Neanderthal también tenía capacidades cognitivas simbólicas como los humanos.
Al limpiar el hueso correctamente pudieron identificar las marcas realizadas de forma intencional. Sin embargo, no tienen una utilidad como tal como lo puede tener hacer una flecha para cazar. Se trata simplemente de una “decoración” sin utilidad aparentemente obvia, por lo que se sustenta la interpretación de que hay un motivo simbólico detrás.
Más aún, el área en la que se encontró el fósil no era propia de esos alces. Los investigadores creen que el uso de este hueso para ello desvela que el objeto tenía una importancia simbólica para sus creadores, al utilizar como materia prima un elemento (el hueso del alce) poco común y preciado.
“La antigüedad del nuevo hallazgo muestra que los neandertales pudieron producir de forma independiente patrones en los huesos miles de años antes de la llegada de los humanos contemporáneos y comunicarse con símbolos“, sostiene el profesor Thomas Terberger de la Universidad de Göttingen (Alemania), autor principal del estudio. “Esto habla de un desarrollo independiente del poder creativo del neandertal“, que “ya tenía habilidades cognitivas asombrosas“.
