Peter Ma, principal autor del estudio que se acaba de publicar en Nature y creador del algoritmo responsable del hallazgo, explica que lo que ha hecho es crear una IA que clasifica señales en busca de estructura que denote una posible intencionalidad.
Tras examinar más de 150 TB de datos provenientes de las observaciones del SETI, la IA encontró 20.515 señales candidatas a un segundo vistazo. Ese segundo examen provino de los propios científicos. De las 20.000 señales aisladas por el algoritmo, marcaron ocho como candidatas de estudio.
Ninguna de esas señales se ha repetido en el tiempo, así que los investigadores no esperan encontrar ningún mensaje extraterrestre en ellas. La buena noticia es que el experimento pone de manifiesto una utilidad de las IA que hasta ahora no se había tenido. En lugar de usar los algoritmos para que nos contesten cosas divertidas en un chat, pueden usarse para clasificar y cribar cantidades ingentes de información.
