El sello luce el rostro del Apolo. En aquella época este tipo de sellos se usaban en vez de la firma personal en los contratos o cartas. El sello estaba elaborado en jaspe y es probable que se usara como anillo.
Se cree que el dueño era judío, y respecto a por qué un sello con una imagen de un dios griego ha sido encontrado en territorio de Jerusalén, la respuesta radica en que “el propietario no lo usaba como un acto ritual para expresar sus creencias religiosas“, sino “para aprovechar el impacto que representa la figura de Apolo: luz, pureza, salud“, afirmó el arqueólogo Eli Shukron, uno de los miembros del equipo de investigadores.
Shukron, quien lideró las excavaciones en las cuales fue encontrado el sello, destacó que este es solo el tercer objeto de este tipo y antigüedad encontrado en Jerusalén hasta el día de hoy.
