Una de las mayores expertas en arte renacentista admite que los ojos casi se le salieron de las órbitas cuando tuvo entre sus manos el boceto perdido de Leonardo Da Vinci sobre el martirio de San Sebastián. El boceto acababa de salir de una carpeta con dibujos que desde hace muchos años guardaba en su casa un médico francés, según ha relatado el New York Times.
El caso del último hallazgo de una obra de arte de Leonardo Da Vinci (1452-1519) es el argumento de una película de cine. Un médico retirado residente en el centro de Francia, no se conocen más datos porque ha decidido permanecer en el anonimato, un día cualquiera decide llevar a una casa de subastas de arte una carpeta que heredó de su padre. En el interior de la carpeta, junto a varios dibujos hay uno concretamente que llama la atención del médico y del agente de subastas que, en medio de las prisas, le atiende ese día. Pudiera ser, ni más ni menos, que un boceto dibujado por Da Vinci.
Las sospechas se confirman después de que el boceto pase por las manos de dos de los mayores expertos en arte renacentista italiano. Entre ellos figura Carmen C. Bambach, del Museo Metropolitan de Nueva York, quien identificó la obra de arte como la tercera parte de una serie sobre el martirio de San Sebastián. Ahora el dibujo va a salir a subasta por el valor que se le ha concedido, unos 15 millones de euros. Mientras tanto, el médico retirado pasará a la historia por proporcionar al mundo del arte uno de los más valiosos e inesperados hallazgos.
Dicen que cuando se le informó del valor de su pieza, el afortunado descubridor dijo tranquilamente: “Estoy muy contento, pero tengo otros intereses en la vida que no son el dinero”.
