Según explican los científicos del estudio, los continentes forman parte de la litósfera que es la capa externa rocosa de la Tierra la cual también incluye a los fondos oceánicos. Los continentes tendrían la corteza por encima mientras que en los océanos se encontraría debajo. La corteza del fondo del océano es delgada y está formada por roca basáltica oscura y densa que contiene un poco de sílice.
En cuanto a la corteza continental, esta es gruesa y contiene principalmente granito que hace que los continentes floten. Por debajo de la litósfera se halla una masa gruesa de roca casi fundida que fluye lentamente. Según los autores del estudio, los impactos de meteoritos gigantes pudieron haber eliminado parte de la litósfera haciendo que el manto debajo de ella se derrita liberando la presión de arriba.
Los impactos gigantes de meteoritos pudieron haber traído consecuencias al planeta. Por ejemplo, una de ellas pudo haber sido el gran volumen de material arrojado tras los impactos, causando que las rocas alrededor se derritan.
Otra consecuencia del impacto podría ser la liberación de presión sobre el manto que se encuentra debajo, provocando que se derrita y produzca una masa gruesa de corteza basáltica. A esta masa se la conoce con el nombre de meseta oceánica. En la investigación, los autores encontraron que las mesetas oceánicas pudieron haber evolucionado para formar los continentes. Como resultado, el proceso de formación de esos continentes sería el denominado diferenciación de la corteza.
En dicho proceso la meseta océanica formada por el impacto pudo haberse calentado tanto causando su propio derretimiento, dando como resultado el tipo de roca granítica que forma una corteza continental flotante.
La otra manera de formar mesetas oceánicas es por medio de plumas de manto que consisten en corrientes de material caliente que se elevan desde el borde del núcleo metálico de la Tierra. A medida que se eleva hacia la litósfera, desencadena un derretimiento masivo del manto para formar una meseta oceánica. Conforme a las deducciones de los científicos de este estudio, este proceso no fue el que creó los continentes. Esto se debe principalmente a que la presencia de circón en las rocas de la corteza continental.
Tras analizar el circón, los investigadores observaron que muchos de los granos de circón más antiguos contenían isótopos de oxígeno más ligeros, lo que indica un derretimiento superficial. Por otro lado, los granos más jóvenes contienen isótopos de equilibrio más parecidos a un manto, lo que indica un derretimiento mucho más profundo. Todo ello indicaría que el proceso de formación de continentes se produjo después del impacto de un meteorito gigante.
Los investigadores también encontraron que los granos con circón isotópicamente ligero tienen la misma edad que los lechos de esférulas en el cratón los diferentes lugares donde realizaron su estudio. El hecho de que los circones tengan la misma edad sugiere que pueden haberse formado por los mismos eventos.
Los autores esperan seguir con sus estudios pero en otros lugares del planeta para encontrar similitudes que los ayude a confirmar sus sospechas sobre el origen de los continentes.
https://phys.org/news/2022-08-continents-evidence-giant-asteroids.html
